martes, febrero 21, 2006

Este cuerpo me duele hoy por todas partes: en las ingles, el pecho, los dedos de los pies, el ombligo, las mejillas... como siempre me ha dolido.


Radio, play my favourite song: Let down. Radiohead

One day I am going to grow wings...

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lunes, febrero 20, 2006

I'm in the basement, you're in the sky

Tantos ojos que miran por todas partes...

Every time I rise I see you falling

Y todas las luces susurran engendros...

When I go fowards you go backwards, somewhere we will meet

No me extrañaría nada que un día se encontraran con que alguien se ha suicidado dentro de un probador


Radio, play my favourite song: Blank page. The Smashing Pumpkins

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domingo, febrero 19, 2006

"Este valle inmenso, repleto de luces resplandecientes y de tantos millares de hombres deslumbra mi vista. Ni uno de ellos me conoce, todos me son superiores. Pierdo la cabeza."

Poemi Dell' Sr. Reina


Radio, play my favourite song: Believe me Natalie. The Killers.

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jueves, febrero 09, 2006

Lugares comunes

"Maupassant comía a menudo en el restaurante de la Torre Eiffel que, no obstante, no le gustaba: es -decía- el único lugar de París desde donde no la veo. En efecto, hace falta en París tomar precauciones infinitas para no ver la Torre; sea cual sea la estación, a través de las brumas, la media luz, las nubes, la lluvia, en medio del sol, en cualquier punto que esté, cualquiera que sea el paisaje de tejadops, de cúpulas o de frondosidades que le separen de ella, la Torre está ahí. "

Roland Barthes. La Torre Eiffel.




"Carentes de la Sonrisa, sólo podíamos reconocer la Mueca. La sonrisa de la Gioconda había sido, quizá por demasiado tiempo, el Sol del Arte. La adoración sentida por la Gioconda corresponde a un cierto cristianismo decadente, particularmente depresivo, supremamente desmoralizador. Parafraseando a Arthur Rimbaud, podemos decir que la Gioconda, la eterna Gioconda, ha sido una ladrona de energía."

André Salmon. Historia anecdótica del cubismo.


Consideraciones estéticas aparte, cuanto más tiempo paso en una ciudad, más incómodidad siento hacia sus mitos monumentales y visuales, hacia los iconos magnificadores (y en ocasiones hasta faraónicos) de su idiosincrasia. Según te alejabas de la sombra omnipresente de la Torre Eiffel se iba aliviando hasta desaparecer completamente esa leve sensación de incomódidad, al igual que cuando aligerabas el paso para pasar por delante de las marabuntas que se agolpaban frente a la pobre Gioconda. Pasa igual, pero en menor medida en Madrid: cierto desasosiego al pasar por la Puerta de Alcalá o Cibeles, lugares en donde no reconoces ese Madrid que sí está en la Latina o en la calle Fuencarral.

En definitiva, lugares comunes (nunca mejor dicho) que me provocan una extraña alienación sin saber muy bien por qué. Ojo al dato a las reflexiones que surgen en época de exámenes...


Radio, play my favourite song: Love me like you. The magic numbers.

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miércoles, febrero 08, 2006

Encadenados

Ángela se muda. Me da mucha pena porque en una ciudad tan grande como Madrid era casi casi mi vecina y sé que, inevitablemente, ahora nos vamos a ver mucho menos y me gustaba ir a verla algunos ratitos sueltos y subir a casa a ponernos al día mientras veíamos una y otra vez las mismas fotos de París.

Ángela vive en la calle Argumosa. En la esquina de la calle Argumosa hay un bar que antes se llamaba Los Remedios, conocido también como "El económico", un restaurante que regentaban dos parejas de viejecitos (supongo que serían jóvenes en algún momento, pero cuando yo lo conocí, se les había pasado la juventud) que daban platos por 300 pesetas. La Buena Vida quiso homenajear a este mítico restaurante madrileño con Soidemersol, su tercer disco. Esta extraña palabra surge de invertir el orden de las letras de "Los Remedios".

Pero ahora nada de eso queda excepto recuerdos (como sólo recuerdos quedarán pronto de las horas en casa de Ángela), y el restaurante ha pasado a llamarse directamente Soidemersol, en un claro guiño orgulloso y cultureta al mundillo alternativo. Lo deben de regentar unos modernos, porque sirven cocina super étnica, que se aleja mucho de los precios populares de antaño.

El Soidemersol está en la esquina de la calle Argumosa con la calle Salitre. Quique González vivió en el número 48 de esta calle y su primer disco recibió el título de Salitre 48. Quique González tiene una canción que se llama "Aunque tú no lo sepas" y que me atrajo mi atención poderosamente porque se titulaba como una película que siempre había querido ver y que todavía no he visto: "Aunque tú no lo sepas".

Se trata de una canción que poco triste y que me recuerda a todas las cosas que sé que algún día serán sólo recuerdos, y me habla del silencio que tantas veces he(mos) guardado y de todas las cosas que pasan como rozando las calles debajo de las farolas, las miradas cobijadas tras los balcones, los escaparates, los miércoles por la mañana... aunque yo no lo sepas y aunque tú no lo sepas...

Resumiendo: Ángela se va de la calle Argumosa donde hay un restaurante que antes se llamaba Los Remedios y que ahora se llama Soidemersol por un disco de La Buena Vida, que hace esquina con la calle Salitre, en cuyo portal número 48 vivió Quique González, que llamó a uno de sus discos Salitre 48 y que a lo mejor hasta compuso allí "Aunque tú no lo sepas", una canción basada en un poema de Luis García Montero, que da título a una película que está inspirada en ese mismo poema y que se llama, cómo no, "Aunque tú no lo sepas".

No recomendada para almas en estado sensible:

Radio, play my favourite song: Aunque tú no lo sepas. Quique González

Aunque tu no lo sepas,
me he inventado tu nombre,
me drogué con promesas,
y he dormido en los coches.

Aunque tu no lo entiendas,
nunca escribo el remite en el sobre
por no dejar mis huellas.

Aunque tú no lo sepas,
me he acostado a tu espalda,
y mi cama se queja,
fría cuando te marchas.

He blindado mi puerta,
y al llegar la mañana,
no me di ni cuenta,
de que ya nunca estabas...

Aunque tu no lo sepas,
nos decíamos tanto,
con las manos tan llenas,
cada día más flacos.

Inventamos mareas,
tripulábamos barcos,
encendía con besos el mar de tus labios.

Y toda tu escalera...


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sábado, febrero 04, 2006

Vacileo

Hay pocas cosas que odie más en el mundo que a mi puta impresora cuando se pone a torearme con toda la mala leche del mundo. Si no fuera porque sé que no es un ser animado, diría que es la cosa con más mala idea que he conocido. A pesar de esa certeza, se me va la olla con más frecuencia de la que desearía y la insulto y la increpo como si fuera una persona. Dios...


Radio, play my favourite song: Well that was easy. Franz Ferdinand.

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jueves, febrero 02, 2006

Qué bien me lo paso

Los exámenes son maravillosos. No hago casi nada más aparte de estudiar, y ni siquiera eso sale decentemente. Me paso 12 horas diarias en la biblioteca de las que me cunden realmente 5.

Como dijo Manu: "que dios reparta suerte, porque si reparte justicia, estamos jodidos"

Tengo insomnio, provocado única y exclusivamente por la idea de que tengo que dormir bien para estar despierta y descansada en los exámenes:

23:30 - Me acuesto "para poder madrugar mañana"
00:30 - Me empiezo a agobiar. Yo que me quería levantar a las 06:00 para seguir estudiando...
00:45 - Leo Paul Auster.
01:15 - Me levanto a ver cómo Mamen Mendizábal se desespera en 59" porque Nacho Villa no le hace ni puto caso. "Parecen mis clases de la ESO", señala acertadamente mi madre.
01:45 - Medio desesperada, me pongo a estudiar. No me concentro. Leo el Libro de la imaginación.
02:00 - ¿Habrá alguien despierto a quién pudiera llamar?"
02:30 - Cunde el pánico.
03:00 - Me pongo casi a llorar y despierto a mi madre.
03:00 - Me relajo y me adormezco
04:30 - ¡Mierda, son las 04:30! ¡Dentro de 7 horas tengo un puto examen!
04:45 - Mi madre, hasta los cojones de mí, me da medio lexatín
05:00 - Me duermo.

Oído ayer: en la biblioteca: "Perdona, en España, ¿hay Monarquía constitucional o absolutista?"- con acento guiri -

Ay, ay, ay... I would like to be erasmus in Madrid...


Radio, play my favourite song: Cuanto quitamiedos. Pauline en la playa.

Se hace el sueco mientras silba,
azotando los tendales va
y se lleva las camisas
con un par de pantalones
que se pone en ocasiones especiales

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