jueves, noviembre 03, 2005

Nunca defraudan

Ayer estuve en el concierto que dieron los escoceses Teenage Fanclub en la sala Aqualung junto a Delays y The Go-Betweens. La verdad es que no tengo palabras para describir la alegría que pueden hacerte llegar este grupo con sus canciones. Pop bonito y sin poses, con melodías preciosas y coros cuidadísimos... Casi me echo a llorar cuando tocaron Did I say? y Don't look back. El repertorio, pese a su brevedad, fue elegido cuidadosamente y estuvo adecuado a las expectativas del público: los mejores temas de su último álbum, "Man Made" (It's all in my mind, Time stops, Nowhere o Slow Fade) y un repaso más que extenso a las canciones míticas del grupo: Ain't that enough, Neil Jung, I need direction, Star again, o The concept. Genial.

Cada miembro del grupo, exceptuando al batería, canta sus propias canciones y todos tienen el mismo protagonismo, sus minutos para emocionar a un público entregado de antemano. Pura democracia en un grupo de música, cosa que no he visto en ninguna otra banda. La pena fue que al no tratarse de una gira del propio grupo, sino de un concierto del Festival Wintercase, la actuación duró menos de lo que a todo el mundo le hubiera gustado. En cuanto a la actitud del grupo... qué se puede decir... Frente a la seriedad ante el público de Gerard Love (que parecía que se iba a desmayar de un momento a otro) y de Raymond McGinley (que daba la impresión de que le estaba haciendo un favor al público por tocar, aunque suyas son las maravillosas Verosimilitude y Your love is the place where I come from, que me encantaron), me quedo sin lugar a dudas con Norman Blake, que se pasa los conciertos sin parar de sonreír a la gente y agradeciéndoles su atención. Este hombre da un buen rollo que no es ni medio normal...

En definitiva: algo totalmente recomendable, aunque sólo sea para el ánimo.


Norman Blake: ¡sonríe!

Radio, play my favourite song: Ain't that enough. Teenage Fanclub

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