lunes, octubre 24, 2005

El amor duró un minuto


Tú buscabas unas palmeras. Yo no quería que te fueses. Un minuto, y después, nada más.

No querría -no querría- tener reflejado en los ojos a mi Hervé Joncour particular recién regresado del misterioso Japón y envuelto en un halo de profunda melancolía. No querría -no querría- que te consumieras en la nostalgia "de algo que no vivirás jamás", mientras que yo sujeto entre los dedos los trozos que se me caen del corazón por puro miedo. No querría -no querría- que un día apareciera a mis pies un anillo con minúsculas flores azules, ni empezar a usar paraguas... mucho menos que rastrees huellas de algún roce anhelado. No querría tener que caminar sin pisar las juntas de las baldosas, ni que que desaparecieses dentro de un hilo tan largo como el Nilo y que a mí me diera por coser con él los remiendos de los cojines de encima de la cama o quizás de algún alma rota. No querría.

No querría, de verdad que no querría...


Radio, play my favourite song: Newborn. Elbow

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