viernes, agosto 24, 2007

Boxea con tu sombra


En mi casa de toda la vida ha habido cuatro recopilaciones en cassette de cuatro cantautores que mi madre hizo en su día con sus canciones preferidas, seleccionadas de sus LP's en vinilo.

Cuando era más pequeña y todavía no sabía que podría aprender tanto de los discos de mi madre (y lo que me queda), estas cintas eran como una especie de tregua tácita, algo que se podía escuchar en casa sin mayores conflictos. Al cabo de los años, hasta acabé robándoselas furtivamente para poder escucharlas a solas en mi cuarto.

Es curiosa la mala costumbre que tenemos a veces de no hacer puto caso a lo que nos recomiendan en casa, manía opositora que a veces nos lleva a descubrir las cosas demasiado tarde. Cosas a las que, por lo demás, acabamos llegando de una u otra forma.

Sabina y Silvio Rodríguez, cuyas recopilaciones tienen, además, dos volúmenes, entran como la seda por los oídos. Aute, cuando llega con las letras surrealistas de sus primeros álbumes, es una verdadera revelación. Pero las canciones de Víctor Manuel tardaron bastante más en alcanzarme, tal vez por ser el más "cantautor" de todos.

Con el tiempo, sus historias sobre mineros asturianos, sus melodías llenas de fuerza, su épica popular y sus delicadas canciones de amor han acabado por formar parte de un acervo al que ya no sabría ni podría renunciar. Como a tantos otros discos a los que, en algún momento, dije "no".


Radio, plays my favourite song: Cómicos. Víctor Manuel.

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