¿No me dices nada?
Aunque anoche en el momento de sentarnos, ese chico que se sienta en las noches de verano a cantar a Silvio, o a Pablo Milanés o a Serrat empiece a entonar "Como gasto papeles recordándote..." y se equivoque en alguno de esos versos que alguna vez te escribí para poder decirte lo que nunca me atreví a decirte, no dices nada.
Aunque brille esa misma luna llena que el año pasado prometimos mirar siempre que pudiéramos, no dices nada. No dices nada, y yo apelo a recuerdos traicioneros que estimo provocativos para que sean ellos los que te saquen de tu mutismo y te empujen hasta dejarte por lo menos algunos pasos más cerca de mí en esa distancia infinita, en ese abismo que se interpone entre tú y yo. Pero tú no dices nada...
Aunque veas cómo se asoman las lágrimas a mis ojos y cómo el miedo que tengo a tus previsibles silencios me deja a mí también sin palabras, no dices nada. No dices nada y yo logro por fin pintar en tu espalda el esbozo de una neurona acompañada de una cita de Proust y, aunque quizás ya no te desee, la beso: beso tu espalda con fuerza. Pero tú no dices nada...
Aunque llevemos tanto tiempo sin mirarnos a los ojos de verdad que no pueda ni siquiera recordar el color de los tuyos cuando cantaban alegrías o gritaban penas, no dices nada. No dices nada, y en tu bolso ya no traes nada para mí, y en mi bolso ya no llevo nada para ti. Y aún así, pedimos dos helados, y bebemos y reímos, pero sigues sin decir nada...
Aunque te pida con el corazón abierto que no te vayas, aún sabiendo que te tienes que marchar, no dices nada. Y busco tu abrazo, y te busco a ti para reconocerte en la mirada, pero ahí no soy capaz de encontrar más que unos ojos cualquiera, en los que sí, a ratos me parece entrever un fugaz reflejo de destellos pasados. Pero tú no dices nada, no dices nada de nada...
Aunque ayer pudo ser una de las últimas veces, no dijiste nada... Sumergida en esa equidistancia entre tú y yo, entre el mundo y tú, entre el mundo y yo, tanteas, pruebas para moldear el espacio y el tiempo a tu antojo. Y desapareces y me haces desaparecer en la densidad aplastante de unos silencios asesinos.
Y no dices nada... y no digo nada. Y nos separamos en silencio hasta una próxima vez que nadie sabe si llegará.
Radio, play my favourite song: Esta canción. Silvio Rodríguez.
No sé si fue que mataste mi fe en amores sin porvenir
que no me queda ya ni un gramo de sentir
Yo sé que a nadie le interesa lo de otra gente con sus tristezas